martes, 17 de diciembre de 2013

CANTOS Y DESENCANTOS

SALUD: Sale a la red a través de mi blog esta recopilación de pequeños poemas que se fueron creando a la sazón de aquel levantamiento de las gentes por este país llamado España, primero en Sol y que después se fue extendiendo por el resto, saliendo incluso de nuestras fronteras y se le conoció como 15 M.
Ahí comenzó mi andadura por eso del tuiter.
Al ser tan limitado el número de caracteres en este medio, tuve que acudir a fórmulas poéticas de versos cortos, como: copla, aikus, soleares, etc.
Bien, pues al cabo, después de escoger, pulir y corregir, ahí van a navegar por estos mares y, sea de ello lo que sea, puede que atraquen de cuando en vez en algún puerto. R. R. T.
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CANTOS Y DESENCANTOS: 

RAMÓN RODRIGUEZ TABOADA



¡Ah si por mi boca, salir pudiera, algo que en el corazón, a ti te hiriera.

Yo no digo que es mentira si canto lo que yo siento, yo canto pal pueblo llano,
coplas que me trae el viento. Pon oído, estate atento, escúchame en el silencio.

En Vigo cantan con fuerza por la noche las gaviotas,
la sal rezuma en el aire, de aromas mi cuerpo aun nota;
reflejos de mar prendidos, en la costa.

La luna en cuarto menguante, a tu cara me reflecte, desde la distancia nuestra.
Espacio en el medio queda, por entre los dos decrece.

La puerta está arrimada, la ventana prieta, mi alma está desnuda, cerrojos revientan.

La luna en creciente, consejo nos emite, cuando deje de crecer ,y en ti y en mi palpite.
¡Preguntas sin respuestas a la esfera le remite!.

Sin prisa, sin pausa, despacito poco a poco,
las mentiras nosotros, vayamos  descubriendo.
Cual gotas de llovizna, cayendo en el arroyo .

9.11. 2001: se derrumban las dos torres, del fuerte mas seguro del mundo.
Año 2008, comienza el derrumbe, del imperio del dinero; en su versión más actualizada.
Año 2013-2014. Se derrumba la fe, que sostenía y mantenía, todo ese tinglado.

Había una vez por entre las nubes, vientos, tórtolas, quebrantos y arrullos.
Había también del suelo mirando, latiendo a la par de corazoncillos.

Como será, que cuando digo quiero, quiero decir quieto,
cuando digo quieto, quiero decir puedo y, cuando digo puedo, no sé lo que digo.

Luna llena que ayer noche cautivaste mi alma entera,
libéramela hoy si quieres, para que viva en la tierra.

Nos pasa a veces qué, sin saber motivo, todo nuestro sentido,
es un entristecer. Pero, ¿es bueno o malo? yo no lo sé .

Vuelve a llover finamente, sobre los techos de las casas,
sobre la ciudad grisean las nubes.
Nuestros sentimientos se desplazan.

¡Ojalá para ti cante, dulces tonos la abubilla,
eco dulce entre castaños,
pájaro de cresta erguida..

Déjate sentir, amor, ponle oído al corazón.
El te librara del miedo, que te atranca la razón .

¡Ah Febrero, quien te ha visto y quien te ve,
antaño frío escarchado, hoy saciándonos la sed.

¡Ah Febrerillo, Febrerillo loco, tanto de lluvia y frío y de sol tan poco.

¡Libertad, oh libertad, adonde andarás.

Si pienso que te quiero creo, que sé muy bien el porqué,
cuando se quiere por algo, ese ya no es el querer.

Que le vamos a hacer, nos han enseñado así, no sabemos querer.

Si es la gente quien tiene que ayudar a sus convecinos cuando los necesitan,
si los que se creen que mandan  no nos pueden ayudar en nada. ¿ Qué ?
A los que se creen que mandan. ¡Saliros del retablo de las maravillas !
las gentes no creen, en vuestras mentiras.

Algo de bueno, tenia que haber; no recuerdo el día, ni la hora en que fue;
susurraba el viento, entre yo y el; el agua del río, cantaba al correr.

Aquí, allá, en cualquiera de estos sitios, se me encontrará.

Siente ya como te pierdes, de la finitud total;
deja pues de ser quien eres, en ese tiempo real:
yo que soy cualquiera, vive, sin saber en donde está.
Si nos dejaran al pueblo, a la gente en general; organizar de inmediato,
sin ideas de final, de la muerte, del futuro. ¿Quizás, podríamos, quizás?.

A blanca luna la pierde, la tierra en su caminar; piérdese la tierra en tanto,
seguir la ruta estelar: y yo me pierdo mirando, la luna que guapa está.

Ruinas, sobres, corrupción; calentamiento global,
escasez de energías, mierda, mucha mierda .

La mar en calma, la brisa leve, tierna y placentera la tarde está,
y allá por Cíes el sol se oculta, serenamente a soñar  se va.

Lo mejor de mi, lo bueno, solo lo podrás encontrar, en mi fracaso.

¡Hay tanto que desaprender, que nunca nos es suficiente .

Cae lentamente sobre la ciudad, como un manto gris cual irisada,
adormilando gente y pensamiento, callada ; disfrazada de poalla .

No hay ninguna razón que, pueda demostrar lo eterno,
mas bien por lo que se sabe, piensa o razona, las cosas,
están siempre cambiando .

En la modorra de la sobremesa, burbujea en mi, como una represa ,
que constantemente me dice, no era esa, no era esa.

Pasa el día lentamente, entre lecturas variadas,
un recitar, un cantar, un recordar el pasado;
solito se va muriendo, el día al cabo.

De ti a mi distancia, que no acorta camino,
por mucho que recorra nunca, nunca mas cerca estará el destino.

Son momentos de gozo que aparecen: sin ninguna empresa que ganancias saque,
por la venta de las horas que someten.

Parece que el sol, al fin ha logrado, entre la espesura colar sus rayos,
apartando nieblas nos deja entrever; un poco lo bello del amanecer.

Que raro se me parece, este derrumbe del Dios, del crédito y de la banca;
solito se va muriendo, desde el centro hasta la orilla .

Con paciencia, esperando; viéndolo caer sin prisa,.
Golpe a golpe, verso a verso , rima a rima. Como estos versos que salen de esta tinta...
¿Quien pudiera saber lo que en verdad uno quiere?.

Navidad igual a nacimiento, de las posibilidades infinitas.

Si de mi boca por azar, verdad salir pudiera, ya no seria mía, seria de cualquiera.
La fe es lo contrario de la inteligencia.

Si en verdad uno fuera, uno del todo, no podría haber, ningún otro uno,
seria el único e insustituible, perfecto, totalmente acabado.

La verdadera lucha es contra uno mismo. Sentimiento y razón,
contra educación, o lo que es lo mismo " alienación ".

¿Sabrá la mariposa, que fue también crisálida, y antes aun oruga colgada de una hoja?
¿sabrá que antes también, fue fruto del amor, de aquel revoloteo, extraño y azaroso ?.

No hay razón para entregar la vida al futuro, o sea a la muerte,
y con ello renunciar a vivir ahora.

Política del pueblo es descubrir, la mentira que nos venden de la realidad,
cuando nos la presentan como verdadera.

El creer que se puede ordenar el mundo desde arriba,
solo nos lleva a este caos en el que existimos.

Los "políticos" no son mas que los servidores de quien manda,
en este caso del Dinero que es el nombre del Dios actual.

Primero nos convencen para endeudarnos, dándonos todas las facilidades,
después que estamos enganchados, aparecen los verdaderos intereses.

Sentir es pensar, sintamos la cárcel en que nos tienen metidos,
los verdaderos amos, la banca y el dinero en general,
y empecemos a librarnos...Publico, común, gente en general,
ahora, razón que razona .¡He ahí donde el pueblo vive!.

¡Ves, también tu, triste otoño, canos los arboles quieres,
 riqueza en ocres y pardos, y luego en rojo se mueren.

La ciudad quedó vacía,  la gente se fue a rezar,
a sus queridos difuntos, hoy los van a recordar;
nunca del todo se mueren, nunca del todo se van.

Ver el sol ponerse lejos, tumbarse allá al horizonte,
mientras Cíes de violeta, se confunde.

Si, ya sé, ya. Que tu: por creer que sabes lo que se puede saber,
te olvidas de tanto que hay, que nos puede acontecer.

A la vuelta del día, cuando el sol se inclina,
sobre la curva del horizonte,
allí estaba, sentada y tranquila,
sonriendo no sé muy bien, si a lo que iba o a lo que venía.

El sol quedó tras las nubes, jugando en el ancho cielo,
figurillas infantiles del recuerdo.

El dinero es tiempo que le roban a la gente, con mentiras de futuros y de muerte.

Los de arriba tratan, de imponernos sus creencias;
los de abajo, no lo creen, y se vuelven legión.

En verdad nunca se sabe, que qué es eso del vivir,
pero nos cuelan mintiendo, que es lo mismo que existir.

La noche escribe en el cielo, jeroglíficos de estrellas,
tus ojos solo con verlos, me deslían los enredos.

Por que no se lo que hago, lo mio es poco existir,
pero a lo mejor sintiendo, sintiendo, a lo mejor si.

A veces se me recuerda, algo que no sé que es,
pero vive siente y huele , y yo sin saber porqué.

Yo en oliendo mar salada frente a Cíes,
tu cumpliendo con el arrullo del alba
bajo robles y castaños perfumados;
yo te mando en pensamiento caracolas,
y arrumacos que susurran en mi alma.

La antigua división de izquierda derecha,
ya no es operativa, mas bien ahora se nos presenta,
como los que están abajo y los que están arriba.

Nauseabundo es este mundo, que nos toco de sufrir,
aprietan desde lo alto ofreciendo porvenir,
y mientras tanto nos joden hoy a ti  mañana a mi.

No sé, pero, ver desnudarse y tumbarse al viejo  régimen,
me hace sentir algo así como, un cosquilleo en el estomago.

¡Abre los ojos al día, que desvela los sentidos,
afuera roncos gorjean como pájaros los niños.

Día nuevo no vivido vienes a traerme calma,
por mi cachito de cielo que me toca en la ventana,
azulea allá en lo alto, como colgando del alba.

No es noticia es lo de siempre, este amor impenitente, tantas veces en mis mientes,
se me ha presentado así; que en verdad yo ya no sé,  que qué es eso del querer .

Mi corazón de repente,  rompe todo calabozo, y no hay principio ni fin;
sino que todo se vuelve, incontrolado alborozo.

A veces, por entre rutinas, sin buscar y sin querer,
suele como aparecer, algo grato ante mis ojos.
¡Buen día,  buenas brisas, sueños con cara de risas,
saludos a los rebeldes, que vuelven y vuelven y vuelven.

Si digo que a todas amo, miento en todas y en el amo;
si digo amo el amor, no es mentira y no hablo yo.

Desde este puerto donde antes hubo un huerto,
que escuchaba tembloroso la rivera;
sale ahora un barco, cargado con las penas .

En la creencia esta la existencia , en la vida la inteligencia.

Por miedo a dejar de ser el que soy, me engaño y creo. Por vivir, descreo.

Dejad que surjan palabras, aún en contra de uno mismo,
digan ellas lo que digan; yo solo pongo mis dedos:
Si no es así  poco importa, lo que digamos o hacemos.

Aquí en este espacio libre, no lo esclavicéis al tiempo,
del futuro, del comercio, del que espera el justiprecio.
¡Vamos tuiteros!, no os rindáis a los tenderos, que esperan su paga con dinero,
dejad que hablen los sentimientos, que no esperan paga ni emolumentos.

No es ninguna opinión, lo que canta el corazón;
si no que son la razón, desmandada y sin patrón.
Yo no es nadie en cuanto habla, ninguna persona real,
lo que habla no es lo mismo, que de lo que estás a hablar.

Dicen que nací un día, que otro día he de morir;
lo que entre esas fechas queda, es lo que llaman vivir,
pero yo no me lo creo, que tenga que ser así.
¡Yo nunca e nacido siempre, he vivido por aquí!
¡Yo el que habla es cualquiera, que lo tenga que decir! .

La vida se encuentra hundida, fuera del tiempo real,
en la realidad existe, una existencia mortal...

Llueve y la tarde borra, la linea del horizonte,
cala en sombras perdidas, burbujea allí la noche;
rompiendo quedamente del corazón la savia .

Ahora cae la lluvia mansa, dulcemente en los tejados,
suave melodía canta,como a besos de una amada,
resbala por los arriates, abrazada.

Por la grieta he sentido, mi cuerpo dormido,
que despertaba  y clamaba ¡Vamos, al alba!.

¿A qué natura el protestar, con tus vientos,
con tus lluvias, con tu sol a requemar;
con tu retemblar de tierras, con tu gélido soplar?

En la calle el viento azota, arrecia el temporal la mar,
quiebra los campos la lluvia, mi alma conmigo, en guerra está.

Sola está hoy la mañana, sin compaña del ayer,
sin saberse del mañana, sola está en su no ser.

Hay tanto de que descreer, que con eso ya bastaba,
para una acción libradora, que nos libertara el alma.

Dicen que revolución , que evolución, que si cambio.
Pero muy poco se oye, no al dinero, la muerte, el estado.

Cae la lluvia tras la ventana, el viento mece las ramas;
pensativo y escuchando, triste cantar que cantaba.

No, no se puede, así, no se puede vivir. Puede que sea bueno,
para los que manejan capital, cuanto más mejor,
pero para la gente, corriente y moliente, no;
no se puede seguir, con esta pesadilla, construyendo por destrucción,
arrasando con lo bueno que quedaba, consumiendo cachivaches inútiles.

Apañitos por aquí, arreglitos por allá, que si revienta acullá, no, no hay que arreglar
este régimen que da muestras de debilidad, ¡Inventemos!.

Es del poder la idea de que vamos a algún sitio,
es popular el decir ,"caminante no hay camino se hace camino al andar".

¡Vamos, arriba, despertad!, es la hora que ha llegado ya;
está cantando el gallo en el corral,
suenan ecos de gorjeos y cantos de niños nuevos.

El otoño, se ha vestido de amarillo, con todos sus campos medio dormidos,
sonriendo al sol bostezan los erizos, del viejo castaño, en sueños metido.

¿Qué confusión se le ha metido al clima entre sus partes?
que arrecia calores en la tarde,
cuando era lluvia, lo que le pedía el aire.

Ordenadores del orden, ¡dejad ya de ordenarnos!.

 De tanto contar estrellas en noches perdidas, dormido se ha, el alma mía ,
y ahora errante va de acá para allá, y sueña con regresar un día .

¡Oíd! como canta el viento, con su estremecimiento,
como nos susurra al oído su quejido,
como de lamentos, atraviesa nuestro tiempo.

Escuchad, hablad, por que es tanto el barullo, tanto lo que nos marean,
que a veces ya digo y siento, no hay mejor entendimiento
que el reconocimiento, de que nos cuentan un cuento.

¡Ah. cuantas explicaciones necesitan las razones para se mal entender,
cuidado con el poder es camaleónico su ser;
como nunca es todo miente y mintiendo va creyendo,
 y creyendo construyendo la esencia de su ser .

¡Ves, sale el sol otra vez, ¿será el mismo que salió ayer?
No lo creo, pero tal vez, tampoco yo sea, el que creí ser.

Por si acaso canto tanto desencanto,con ronco trino haber si atino,
a desatar canciones, que desmientan y que atentan,
contra este ovillo de la realidad .

!Venid palabras de donde no sé, acudid a este mundo duro y cruel!
Ya las palabras se escapan, por mi boca dejo hacer,
que ellas digan lo que quieran,  aun en contra de mi ser.

Cada vez que te contesto, protesto contra el poder,
aun que no te lo parezca, esa es mi única ley.

Las ideas se basan en la fe, creerse que se sabe lo que se hace, dice, piensa,
pero la fe es lo contrario de la inteligencia.
Se creen estados, academias y demás servidores del poder,
que pueden mandar en la lengua,
pero en verdad en la lengua, no manda nadie.

Te di un beso en la mejilla, dijeron no te correspondía,
te di un beso en la boca , dijeron loca, loca, loca.

Olvidémonos de ilusiones y escuchemos los corazones.

Septiembre se va tímido y vergonzoso, nos saluda un octubre seco y donoso,
nosotros nos vamos jugando y cantado,  haber si por fin cayera, algo gozoso.

¡Hace calor en otoño, no da dinero la banca, no corre el tiempo, se estanca.

A poco que sientas verás, como es mentira sin más, esto de la realidad.

¡Mira, ¿quién se lo diría?. Ayer tan lista y sabidilla, tan entronada en su silla;
siendo por tantos querida, y hoy, derrumbada y desvalida, no llora pero afligida,
por su existencia suspira: La rica y poderosa democracia...

Por si  acaso canto, por si el viento, en cualquier momento del ocaso,
tal vez en su regazo mi goce acoge: cuando ya dormir quiere la noche.

Si pudiéramos, ¡Ah, si pudiéramos,volvernos polvo de estrellas;
caer sobre la mar y dejar huellas .

Imagínate la ciudad sin coches, las mujeres sin dueño, el aire limpio y claro,
la vida sin dinero.¡Ah, cuanta satisfacción!.

Seguir sintiendo indignados, seguir pensando que pasa,
seguir dejando que hable, la razón por vuestra causa.

Se apagaron las farolas que alumbraban en la fiesta, donde dulcemente estaba.
Se callaron clarinetes y timbales resonantes... enmudecieron los fuegos.
Marchitos ya nuestros labios, se desprendieron .

No es pues por tu persona por lo que yo estoy aquí, es por las grietas que dejas en tu constante vivir...

Pájaros en los tendidos, de la luz se están juntando,
para volar a otros lares; se van cantando y cantando.

Sueño la encostada calle, empedrada y amplia acera:
a la vera dulce hilera  de árboles enramados,
por el medio van cantando, melopeyas.

Lentamente cae la lluvia, escribiendo por el cielo,
pentagramas de un adagio, tristón, sabio y mensajero.

Tres meses entrando a tientas, en esto que llaman "Red", pa mirar haber que pasa.
Algunos andan de guasa, otros van de subidón, muchos mas que hacen montón,
haciendo de noticieros ; unos cuantos son sinceros,
hablan con el corazón, y hacen razón con ello .

Ya sé que esto de los tuiters, o cualquier cosa que se haga,
sus emolumentos quiere, le devuelvan como paga, seguidores en la cuenta .  

¡Ves, luna, ya te lo decía, celosos el sol y estrellas, te esconderán de mi vida,
menguando y menguando toda,  te iras a errar de mi vista.

Que haces luna tan menguada,
dándole la espalda al sol y mirando nuestra ria,
es acaso el triste otoño, que añorándome te envía.

La luna en cuarto menguante mentirosa y descarada,
pone "C" cuando decrece y cuando pone "D"  crece.

Luna menguante de plata hoy te luces noche y día,
te veremos con el sol de noviazgo por la ría..

Dicen que la luna tiene, entre su pecho escondido,
un pedacito de sol, a través del cual suspira.

Ya vuelves sol , a pasear tu brillo por el ancho cielo;
a cambiar las formas que la  luna vela, la noche de sombras que aurora desvela.

Por dentro de mi huerto anda un niño, buscando entre las vides un racimo,
uvas blancas picotea y, de cuando en vez, se escucha un silbo.

Ya ves, como letra tras letra van cayendo sobre el suelo,
como el sembrador que siembra de frutos el huerto,
un manzano aquí, allí un sentimiento.

Ah, sentir el otoño, con sus muertes innumerables de oro,
cayendo desde el cielo y esparciendo por el suelo... Oro a manos llenas.

El Dinero madre, es el nuevo Dios, que constituye nuestras almas :
ya, casi no somos, mas que dinero...Pero
quizás allá arriba se muera Dios algún día.

Me dices que me quieres, quieres hacerme creer;
de que soy un descreído te voy dejar de querer .

Deja ya alma de alimentar, mis penas con el dinero,
pues como muy bien tu sabes, me tiene harto ese maniqueo.

Mira como se derrumba, sobre el asfalto y los coches,
sepultando ilusiones de los hombres,
como de aburrido suena,  su bostezo, ya en la tarde.

Vamos juntos compañeros, vamos a vencer el miedo;
que ya tiembla su careta, que colgaba de la jeta ,
ya sin mas se puede ver al Rey desnudo .

Vamos amigos hay que seguir, desleyendole la cara al porvenir.

Ya es de noche y tras las sombras, sigilosamente  avanza,
la canalla encabritada, bufando al aire candente, de esta luna decreciente.

Por la calle arriba vienen, retumbando con panderos
y murmullos gentes varias, protestando del dinero.
Según se van acercando, según se van entendiendo,
dicen que roban la vida, que producen sufrimiento,
que nunca están satisfechos, que hay que seguir creciendo.

Abramos ¡Ea! la ventana:
miremos haber como nos arrastra crisis al miedo;
como enseguida amenaza, con la falta de la raya,
que le pone fin al tiempo.

Cabalgando sobre el viento vienen corriendo las nubes,
desacuerdos con la lluvia, comentan en sus figuras.

Bahía de San  Simón, que el trovador te cántara:
tienes tu tanta belleza rompiendo a la noche el alba,
que hasta las gaviotas trinan, no graznan .

Península del Morrazo, que acoge al mar en su tierra,
Cabo Dome casi besa,  las hermosas islas Cíes,
cuando sube la marea. Desde los tiempos arcanos
vigía Costa Da Vela, arriba en el Monte Facho,
los confines de la tierra, que sobre el mar se desvelan.

Como cuando hago la cama; a veces queda arrugada,
otras queda linda linda, como si fuese planchada:
así pasa con mis tuites, sábanas blancas.

Tengo una musa en la noche, otra me despierta al alba,
son las dos Gracias que tengo, día y noche me acompañan.

Convendría que se recordara, a los que se creen amos del mundo:
que fueron antes monos pelones, para después pasar, a ser hombres.

Canta en el lagar la gente, entre mostos colorados,
uvas rubias, otras negras, pintan los cuerpos lozanos;
se ríe y baila,  pisando el fruto, que el niño Baco nos ha legado.

Hace cuanto tiempo canto, nunca deje de cantar,
cantando alivio las penas, que en este mundo se dan.
Si se atina en el decirlo, si se atina en el cantar,
has de saber que quien crea, nunca es alguien personal :
Es el pueblo que no existe, pero que viviendo está.

De tanto querer querer, se me esta olvidando ya,
que era lo que quería, cuando comencé a cantar.
El hablar es como el viento, si se le sabe escuchar,
sopla, gira y se retuerce, se envuelve en tu levedad,
te acaricia o te destroza o te deslía sin piedad.

Están cayendo murmullos, por todas partes están,
transformémoslo en palabras y a escuchar lo que dirán.

Seamos polvo de estrellas, al par de la luna nueva,
orlados copos de oro, cayendo sobre la tierra.

Ya mi abuela lo decía -dichosa sabiduría-
¡No te entregues al dinero o perderás lo que es bueno!.

Sentir como nos engañan, como nos cambian,
la vida por futuro, por dinero..., por baldías esperanzas.

Si no metemos el dedo en la llaga, si no sentimos el mal que nos legan,
estaremos curando heriditas, no luchando contra el que nos pega.

En una plaza del mundo, naciendo está con pasión,
entre murmullos de gente, que hablando le dan calor,
un bisbiseo del pueblo: Viene un parto sin dolor.

Sin prisas, sin pausa, siempre. Constantemente insistiendo,
como la lluvia en la roca, como la mar en la arena,
desde Sol a todas partes... iremos.

Colgando de las vides los racimos,
maduros que de la mano del pueblo,
vendimiando con Ceres se redimen.

Amanece Vigo envuelto en niebla, por entre la bruma languidece,
triste un sol de estío que se muere; que lentamente desaparece .

Si desapareciera la culpa, cuantas penas se ahorrarían.

Mirarás caer la tarde en el horizonte al mar,
mirarás salir el sol cada vez al despertar,
mirarás brillar estrellas en toda su inmensidad;
pero mirar a sabiendas quizás no es mirar verdad.
Mira sin saber porque, tal vez en ese mirar,
puedas sentir sin saber, puedas amar de verdad.

Llora la tarde y yo camino del rió, envueltos los dos por el mismo sino.

Entre la verdad y la mentira hay un trecho insalvable, vida  mía.

Como voy  llorar por esto tuyo, pendiente impenitente mi deseo,
a veces sollozando me deslío y otras en tu llanto me cabreo.

Como canta la mañana serenata matinal,
como te envidio naciente, siempre vuelves a empezar.

¡Vamos sol!, sigue alumbrando, sobre tanta oscuridad,
tu describes con los rayos, el se deja desvelar.

Sueño que lindas están las calles sin coches. Las casas retozan alegres sin tele,
los niños riendo y jugando en la vida, tu y yo caminando por senda perdida.

Te cruzas conmigo por el arenal, ni me miras, ni me dejas de mirar,
pero te siento y gozo en tu palpitar ¡Cuanto de bueno, sin saber, tu puedes dar!.

Dejadme perderme de mi identidad, caer al continuo de la infinidad;
dejadme inundarme en la inmensidad, que quiebren mentiras de mi falsedad,
que caigan cadenas, que muera esta paz.

Se esta cayendo la tarde por el horizonte al mar,
se esta cayendo el dinero por la falta de verdad:
Caen gobiernos y estados, falta credibilidad.

Sentir es pensar, hablar es acción, amor es hacer del corazón razón,
decir no al poder, la sola negación.

Abandonemos el estado, solo o por separado,
desterremos el dinero echémoslo al basurero,
olvidémonos de Dios y de sus representantes.

¡Vamos, adelante, abandona la esperanza, descreete del futuro:
 No hay nada en el mundo mas duro,
que el vivir siempre pensando, que la muerte es lo seguro.

Ya el otoño se presenta con su muerte innumerable,
ya los abedules lucen los colores de la tarde,
ya las sombras se perfilan, sobre los caminos caen.

Sobre la verdad solo dirás -en realidad no cabe verdad-
pero en verdad que la realidad,  no es todo lo que hay.

Tan callada te presentas, que el mundo entero no sabe,
ni yo, ni nadie consienta: ¡Tanto descaro!.

Ya es de día, voy a despertar de esta pesadilla tan criminal.
Medio mundo se muere de hambre, otra parte acojonado está,
los que quedan claman solos: ¡Despertad!.

Al día se le debe dar, poca estancia y mucho mar,
para poder naufragar, en todas sus entretelas: Mucha mar y pocas velas...

Llegó septiembre temprano, con la lluvia de la mano;
con aires de socarrón, para llevar de un tirón, todo este lindo verano.

Ahora que se me hace tarde, por las cuencas de mi boca,
desbocadas las palabras, como las abejas locas,
zumban murmurando solas: Laboriosas.

Ahora que se me escapan las palabras por mi boca. corran ellas locas, locas, desliéndose las cosas.

Con palabras respondonas haremos un agujero,
que nos permita salir de este mundo tan usurero.

Llora Aurora por la muerte, de su hijo Lucifer asesinado:
Son sus lagrimas rocío, cayendo sobre este mundo malvado.

Hace un nada sin saberlo, cuando a los cielos miraba;
llena de estrellas la noche, se me desleía el alma.

Bien lo sé, querido sol, que vienes por despertar,
con tu luz todas las aves, para su canto escuchar,
por envidia de la luna, por los celos que te da.

Rota la distancia, junto a ti camino,
agua de por medio, me arrulla el sentido,
cuando de niño corría, verdes tardes del estío,
cuesta abajo caminando, juntos gozosos al río.

Puede ser que un día venga, cuando menos me lo espere,
puede que me desespere, esperando al que no viene,
puede que mañana llueva. Puede sin que yo lo sepa
que un día a herrar por los campos de las Dríades te metas,
por los bosques de los robles, de castaños y alcornoques,
deslizándote entre cantos por donde bajan arroyos.

Como a sales de las mares, sabe tu cuerpo en mis labios,
como arrullo de los vientos son tus ¡ayes!,
como gozo sin sofoco, como loco vuelo poco.

Tarde de estío, late el corazón, al dulce acorde de mareas;
vuela raso el cormorán,
acompañando olas y alas al compás: Yo me quedo, tu te vas.

Por que está cayendo el sol dulcemente allá en Toralla,
por que se levantan brisas lentamente mar en calma,
por que Afrodita  revuelca-se en el espejo del agua.

Sea buena esta tu estancia en casa ajena y regálente las gracias de esta tierra,
un poco al menos de lo mucho bueno, que tu siembras en los tuiters que me llegan.

Si vienes por la puerta de este mar, párate por las Cíes a pensar,
y a escuchar el arrullo de las olas.

Puede que uno sepa lo que está pasando, por los lares viejos de esta tierra mía,
más símbolo es de ciego el que no vea, ya por donde duele la herida.

Por que vivo un tanto desenredado, de cuentas y dineros olvidado,
puede que a veces en un momento dado, se deje hablar en mi el corazón soñado.

Vélame mientras en sueños, voy persiguiendo misterios,
que despierto se me nublan, y en palabras se me curan.

Ya ves o mejor ya sientes, como a poco que no mientes,
o mucho mejor no crees, lo que Dios dice que eres,
y dejas hablar sin saber; al poco lo inteligente,
veras hacer su aparecer, y aquello que ya te ataba
y a muerte nos condenaba, se deshace en no sé qué.

De hartazgos reventamos por los poros de esta tierra, sea con ira, sea con quiebra,
sean con las armas que sean, que nos llevan a esta guerra.

Arriba tratan de crear ideas, e imponerlas sobre los de abajo,
que en el medio se entrechocan, creando este imposible hartazgo.

Humm, como huele a mar en calma, a sargazos retuiteados,
como el sol va sementando, haces de luz en tus labios.

Ya sé que las dicen locas, las aventuradas hadas,
descalzas sobre la hierba, juntas en corro bailaban.

Cae el sol, sobre una mar en calma, y allá a lo lejos como tumbada,
descansa Cíes, isla amada.

El viento va empujando,  
las velas van volando,            
la mar acariciando        
la dorna va surcando.
Las aguas lentamente                
sus enaguas  mojando.

Y era tan hermosa y se sentía, arrullo de los ríos en sus labios,
caléndulas de soles en su piel, y en los ojos  noches estrelladas.

Ah! que me late el corazón, ah! que la vida no está hecha,
ah! que no hay fin en este sinfín, ah! que me desperezo.

Canta que te canta y no pierdas el humor, por calles y plazas que vuele tu canto,
también cantando, se va el dolor marchando.

Que cante el pueblo, que la gente dance; que se abran las gargantas populares,
que se sientan derramar las alegrías, por entre las penas de estos lares.

El viento que nos canta en esta noche, susurra dulces frases al oído,
tu y yo, en cambio, callados vivimos, el gozo del momento redimidos.

NO nos aburrirán por mucho que pretendan, no caeremos en esa triste condición,
somos cuántos, no lo sé, somos legión.

No tengáis prisa mis queridos amigos, pero tampoco os derrumbéis,
que más tarde más temprano, liberado Sol, allí anidareis.

Bienvenidos a la cuesta de la aurora, en donde suena un murmullo de la fuente,
gozosa hora que despierta, los corazones de la gente.

Todas estas plazas, tan llenas de lo bueno hace tan poco,
quieren cubrirlas de indignidad, los servidores del poder ese tan loco.

Cuanta vergüenza, ver los policías con sus trajes de combate,
echando  la  alegría, que nacía y florecía, de las plazas.
¿Quién les pagara por lo que hacen?.

Que será lo que siento, que no se explicarlo,
que será lo que pienso, que no se decirlo,
será lo que invento, será discurrirlo .

Que raro se me hace este verano, frío y calor, quietud y viento,
hay nubes negras y al rato soleado, ríen y lloran los elementos.

Cuidado, hoy es pronto todavía, mañana sera muy tarde y, ahora, se me extravía.

Mirarás para los lados, para tratar de lo ver, mira pa dentro de ti, lo sentirás florecer.

En Sol ha florecido un huerto, que se riega con palabras,
si escucháis sus arrurrunes, los poderes se quebrantan.

Vamos compañeros, sigamos juntos, hasta que perezca  el miedo;
ya es julio en el estío oculto, por brumas y lloviznas sementado,
pero en recuerdo del florido Mayo, arrullan aún las voces de los indignados.

Salud al pueblo que no existe, pero que vive, a poco que el poder se despiste.

Ves, ya está de nuevo en las plazas, discurriendo e inventando:
¡Hay que hablar para despertar!.

Arriba está el poder, ya sabéis, los que mandan,
y abajo está el pueblo, ya sabéis, los que sufren el poder.

Sigamos hablando en las plazas de lo que pasa,
olvidémonos del futuro y del mañana,
vamos compañeros a vivir, si es que nos dejan.

Llueve fino fino sobre los tejados,
sobre los corazones de la gente caen,
las malas acciones de los empresarios.




















lunes, 9 de diciembre de 2013

ÓS SUSPIROS QUE SON VENTO NAMORADO


ÓS SUSPIROS QUE SON VENTO NAMORADO

Ramón Rodríguez Taboada



I

¡Xa está aquí a aurora, debullando coa luz
a pálpebra noite que nos oprimía!
¡Xa despunta a alba! ¡Xa vén a luz
a darlle a paz á miña vida!
¡Xa canta o malvís a súa ínqueda ironía...!
E alá no despertar da cor robustecida,
rompendo un feitizo tenebroso
que na penumbra tiña o día secuestrado,
os raios desengaiolados
saen coma bandadas de paxaros
atronando no seu espertar
o eco infindo do universo,
resoando no todo a súa chegada.
Para aqueles que romperon a gaiola,
para aqueles que serviron de carnada,
para aqueles que sentiron a alborada,
os corazóns rebentaron de tenrura.
Non de odio, non de raiba.
E a noite chora desconsolada polo seu retiro
deixando a natureza orballada.
E as estrelas non queren ser testemuñas
e mansamente retíranse á morada.
O canto do malvís atrona a natureza
retremando todos os demais paxaros
que sirven de eco pra espertar o día.
Alba de marzo, alba encantada.
Ti despertas a esperanza dun novo día,
afastas a noite xa terminada.



II                                                                                                                                                                

¡E a flor da roseira                                                                                                                                  
rebrinca, tratando                                                                                                                                  
de chamar                                                                                                                                              
a atención do medio!                                                                                                                             
Pois presinte que vai ser                                                                                                                        
de un día.                                                                                                                                      
Ir abrindo os seus pétalos                                                                                                                     
que os raios de sol apuran                                                                                                                     
co seu chamamento supremo.                                                                                                             ¡Chama á vida!   
¡Quen puidera non se reter
cando o engado prende!                                                                                               


III
No eco da frondosidade
resoa o teu xenuíno
cantar, ¡billao garrido!,
de ouro sempre vestido,
oureolo, tiroliro.
¡No castiñeiro alto
entre a ramaxe escondido
cantas á mañanciña
afinando por entre as follas
o inconfundible asubío!
¡Xa chegou o papafigo!
Merlo rei, mil péndora
soltando cores por riba
das árbores ¡xa o verde brilla!
Merlo gaiolo, domingo lirón. Colgado o niño
da punta das pólas, ben escondido,
fai esparramar soños ós nenos o seu contido,
da cor do ouro, do sol.
Vichelocrego, maría rosa, ouripenlo,
como si cada un tivese
nome propio,
riádigo, galo cireixeiro,
figo rodrigo
quen o viu pousar de cerca
quedou pra sempre prendido.
No seu niño por dedentro
teno todo revestido
de ouro que vai carrexando
cando vai beber ós ríos,
pra que os seus fillos se envorquen
e saian todos vestidos
de dourados soños limpos
a xogar cos picariños.


IV

No marzo das pombas namoradas
bicáronse onda min
e subiron ata as pólas
do agromado carballo.

Por un intre todo parou.
De repente crebouse o silencio
a través do ar
que golpeou
o meu ouvido.
A aguia remontou o voo
ante tanta fermosura.




V

No xaneiro gozoso
dos paporrubios
rexos.
Entre as primeiras escampadas
flirtean co sol,
cores de namoradas.
Canta ela coma única
engadada. E el,
o reiseñor galego,
nun principio cala.




VI

Oe como se queixa o vento
ó paso polas silveiras
deste xélido e nu inverno
onde houbo flor e follas verdes.
Amoras mouras que namoran
cubrían o harmonioso talo
pra que ti non te feriras, vento.
Falo de veráns de limpos soles,
falo de ventos engalanados
con bandadas de pardales,
ciriños e reiseñores.
Falo do eco dos oureolos,
petos e pombos, falo de amores.
Falo de ventos fuxidíos
roubando bicos das nosas flores,
acubilladores de amores prohibidos
rolando xunto por onda os ríos.





VII

Corría por entre os sulcos
secos e cortados
do denantes
verde e forte centeo.




VIII

No solpor de marzo,
acariciante e sereno
percorre os eidos un
murmurio, pretendidamente afinado,
dulzón.




IX

Non culpes ó vento
do entrelazado son.
El só suspira arraigos
de distancias dispersas
e hoxe pasou ó teu carón.

Que pode dicir el.
Suspiros de amor.

Ten o seu abecedario
nas fervenzas de auga
que antonte subiu o sol.

Cada airexa un suspiro
dun amor perdido.

Cada gota un pranto
da temerosa dor.

Por cada caída un bico
feito na sazón.




X

Sopra o vento, forte pega
contra as árbores, pelexa
nunha noite interminable,
tódolos anos se retan.
A árbore espera tranquila
tódolos anos que veña
e vento non falla á cita
da súa inimiga vella.




XI

1

Nai Hortensia, nome de ciclón,
que encrespache os mares,
forza desmedida, tanxedora de cantares.
Balbordo de antigos soños,
de sementes paridoras,
de sombras de outos carballos,
foi o teu berro de dor
vento feito con palabras,
laios de desespranzas saíron
polas ventanas.
Era novembro, cando partiron
aqueles berros de rabia,
iban preguntando ó todo
¿quén mo leva? ¿por qué causa?
Ti cumpridora de rezos,
de nobles e antigas causas.
Seis meniños che quedaron,
nesta selva de barbarie,
feitos coma fulerpiños
que levan e trae o aire.
Tanxeron por entre as pólas,
núas de aquel inverno,
e rubiron ó alto ceo
o comprendido lamento,
mais deus estaba ocupado
non lle fixo moito atento.
Boltou con máis rabia á terra
e xirou darredor dela.



2

Entrou pola mar un día
de marzo, soltando faiscas,
encrespou ás olas...
alumou a noite, lóstregos,
despois balbordo de rouco son
e veu á terra e escondeuse o sol.
Arramplou figueiras e maceiras,
cirdeiras coa súa flor,
fendeo carballos,
esgazou pólas nos castiñeiros,
cimbreou troncos dos ameneiros.
O ronco balbordo grolou
ovos nos niños dos paxaros.
Logo chorou trobóns de bágoas
que desbordaron ríos e enfangou as augas.
Despois saloucos de aflixida dor,
logo silencio,
todo pasou.





XII

E estaba tan querido
que resoaban axouxeres no vento.
Badaladas de sons
en harmonía coa natureza.
Tenros erotismos debuxaba o vento
sobre a codia da nai terra.
E ela a parir...
Dondos acios
de ensarillados brazos
disposta prá casamenteira.





XIII

A lúa chea no fondo,
polo medio o malecón,
sen máis nada de por medio
pra podermos coñecer.
Eu invócoa en pensamento
dicindo ¡que guapa está!;
ela non me quita ollo
nin con toda a escuridade.



XIV

¡Que o mencer do día traia un ledo espertar
para a máis grande das raíñas!
¡Que esperte dunha noite clara, sen néboa
que tape o sol, porque o necesita ver!
¡Que te acompañen no teu viaxar
centos de bolboretas de tódolos tons e cores!
¡Que o vento sirva pra che disipa-las néboas
cando te pretendan cercar!
¡Que a choiva sirva para aloumiñarte!
¡Que os teus ollos, cheos de vida,
nunca se cerren, que sirvan
pra esperanzar os luceiros
cando se van ocultar! ¡Que brillen!
¡Que brillen todos pra ti!


XV



Fraxilidade total arredor deses teus ollos,
envolvente tenrura de muller que naciches para amar,
doída dos designios dos deuses que te rodearon,
moldeada cos ventos, cos que xogas
constantes erotismos. Eu vin como o ar
te abrazou e percorreu o teu corpo
acariñando lenemente toda a túa figura.
Muller... Saíu aloucado dando brincos
entre remuíños de ledicia
por atopar tanta dozura,
e dende aquela voa sempre baixo e triste.
Tamén o vin pelexar por recoller os teus sorrisos
e caer ó chan ó ser atravesado polos teus suspiros,
muller. Que a túa arcoirisada figura
feita por mil soles que de ti nacen
dá cor ata na máis grande penumbra.
Eu sei que nas noites de verán o firmamento se move
posicionándose por te ver,
por iso caen estrelas do ceo, tratando
de chamar a túa atención co seu destello
en movemento.
Máis de unha se perdeu polo infinito
trastornada pola túa beleza. Muller.






XVI

Cruzou cal estrela fugaz
brillando na noite pecha,
iluminando a noite coa súa estela por un intre.

A lúa rendeulle preitesía
iluminando toda a súa cara.
¡Que guapa estaba!





XVII

Hoxe... Pasou muller
que ben puidera ser ela.
Latexos de corazón encarcerado.
Suspirou a brisa
e calaron os paxaros.
Pisaba coma raíña
segura dos seus vasalos.
O sol alumouna a ela
e a el envolveuno un halo
de arrecendos frescos
e quixo ser amado.
E era catro de febreiro
e parecía maio.




XVIII

Acercouse a min e díxome : perdón, amor,
E eu falei da poesía...
Colleume a man pra dentro,
pechou os ollos mouros,
suspirou...
Eu sorrín co corazón pra dentro
e falei,
falei das plantas, do sol, da choiva,
das flores, das árbores. Abrazoume. E dixo :
couta o tempo pra min, faime eterna,
deixa que o meu percorra
coma unha estela o tempo
sinalando camiños pra que así existan máis.
E eu falei da poesía.
Pousou os seus tenros beizos sobre os meus e faloume
de campos inmensos todos cheos de flores
e plantas, de ríos mansos que baixan
acariñando o verde infindo dos seus lados,
da primavera
que a todos sorprende co seu espertar prá vida.
Atrevida, sempre nacente, descoñecida.





XIX

E quererasme pola mirada, polas caricias, pola palabra,
e soñarás conmigo viaxes interminables
por riba dos mortais que cinicamente rien as súas desgracias.
Desanxelados, abandonados á loucura dos espacios
sen fin nin límite. E sorreireiche cos ollos da gran esperanza
e penetrarémonos rodeados de dozura
bebendo da seiva nova que trae a alba,
e choraremos por eles, polos que non se aman,
por eses corpos de ferro que con golpes se amalatan,
perdendo as formas, indo cara a nada.
E verasme o corpo, verasme a alma,
dando todo o que teño que non se acaba,
muller, muller que me amas.
Buscareite por entre os corpos enfurrexidos
que van deixando unha estela de orín ata a súa cama,
encherei a cidade de susurros
de amor para que chegen a ti, miña namorada.
Falarei cos ventos, coas choivas,
e as estrelas buscarán a miña amada.
Muller. Nova muller,
que rompes as néboas coa ollada
e enches os corazóns coa palabra.



XX

1

Aquela noite, naquela hora,
aqueles ollos, aquel sorriso e aqueles beizos
me trastornaban.
Por tras dela esfumouse a anguria do mundo,
a súa ollada todo alumaba.
Eu naquel intre non soupen nada,
máis logo cando se foi
a anguria do mundo retornaba.
¿Qué foi, señor,
qué pasou no mundo?
decía eu a solas
mentras tremaba.
Dame, señor,
a auga limpa das fontes
esa auga tan clara
pra regar á margarita,
pra engadala.
Pon, señor,
nos meus limpos ollos tristes
ese amor que tanto cala,
na miña voz anxos
con acorde de música encantada,
nas miñas mans quenturas
de soles tropicales
pa namorala...
E ti, señor,
fálalle ós ventos,
susúrralle a tódalas augas,
convence ás estrelas,
ó sol, ós paxaros
á lúa e ás plantas.


2

Dille ó vento maino
que diga o meu nome
por entre as fragas,
que fale do Moncho nas súas danzas.
O ventiño do mar,
o das chairas,
os suspiros que son vento namorado,
airexas frescas, ar trastornado.
Dille ás augas, á choiva forte,
á cachón, á treboada,
á donda choiva sarabeada,
ás fulerpiñas de neve,
ó serau, á auga orballada.
Dilles que digan
canto eu quero á miña amada.
Dille á lúa e ás estrelas
que falen na noite clara,
que escintileen meu nome
que alume na súa cara.
E ó sol, dille ó sol
que transporte a miña aura,
que resalte o dourado
que estivo no inverno acochado.
E ás árbores e ás plantas
e á flor que nace nos prados,
dilles que digan que hai un aloumiño
de namorado.
Que hai un suspiro enorme
derriba do mundo soltado,
que latexa un corazón
dende as entrañas da terra,
que non da calmado.





XXI

Na escuridade da noite
tendido,
vexo o teu pelo mouro,
os teus ollos mouros.
Na escuridade do silencio
tendido,
quero acariciarche o corpo,
inundarte de bicos e cariños.
Na oscuridade da noite
tendido.
As estrelas e a lúa dan fe do que digo.






XXII

Logo soñei acariciarche
cara e corpo
coas miñas mans.
Maxinei bicarte no iris
sin pechar a pálpebra
e así entrar na túa luz
que acende a miña lapa.
E caer xuntos na distorsión
dos sentidos, alí
onde dorme o máis puro animal
sedento de forza violenta
que traspasa todos os contidos,
tódalas portas
ata atoparse no baleiro.
E non ser nada.
Non existir nin o prohibido
nin o legado.
Coma sempre todo é roubado.




XXIII

1

Si puidera collerte entre os meus brazos
... quizais que nunca máis abrira.
¿ Por qué non podo abrazar o que máis quero?
Vinte, mirámonos,
susurramos palabras sen sentido.
E a lapa dentro ardía
inundado o ser.
Camiñamos un rato xuntos.
Xa o abismo ameazaba tragarnos
por intres.
Os dous sabiamos que de caer
xa nada de nós quedaría,
sería o fin
de todas as resonancias,
todo perdería o sentido.
Que non é meu,
senón deles
que reparten o ben e o mal,
a xustiza e a razón.
Matemos a deus se nos impide amarnos,
matemos a razón e a cordura
e amémonos en silencio...

2

Ou non, amémonos na distancia,
pidamos a deus cordura,
imploremos á xustiza e á razón
clemencia. Perdón por amarnos,
porque non podemos...
Se nos amaramos un día
o mundo caería esborrallado.
As estrelas todas do ceo
desaparecerían.
E o sol, e a lúa, e os demais planetas
connosco se fundirían. Sería o fin,
sería ese final cara ó cal vamos.
E sobre ese universo esborrallado,
sobre esas cinzas
que quedarían despois de amarnos
dúas lágrimas grandes esvararían.
Unha túa e outra miña.


XXIV

1

Canto tempo hai que non te miro,
ollada limpa, devalar de futuro,
caemos xuntos nas tormentas
que envolven o noso tempo
neste mar embravecido.
A onde nos levará...
Buscando o aberto naufragamos
e non se ve illa onde poder recalar.
Fomos nós
quen nos fixemos ó mar un día,
crimos ver unha ruta nova e dixemos :
vamos ver o que alí hai.
E aquí estamos,
neste silencio de cosmos
que di cousas sen falar.
Onde se xuntan os tempos
e somos onte, hoxe e mañá.
E xa logo somos nenos, xa logo somos vellos,
xa logo somos luz, logo escuridade.
Agora pensamos libres neste mar de soidade,
arrodeados de fortes ventos
que nos soben e baixan a súa vontade.
De néboas que borran os signos
de todo o pasado e por vir,
xa se borrou a última silueta que proxectou unha estrela
que había moito tempo que non existía.
Coma nós proxectaremos as nosas sensacións
sobre o todo cando xa non existamos.
2

A luz viaxa dando vida ás formas
que de sempre esperan por ela.
Son con ela.
As emocións viaxan dando espírito
ás formas que a luz descubriu para nós.
Son con nós.
Canto tempo hai que non ves, ollada limpa,
espello do universo onde eu tamén me reflexaba.
Non fales, non digas nada,
só límpame coa túa ollada,
atravésame coa túa dozura,
escorrenta as néboas que me asoballan,
que me aprisionan,
que me cercan o espacio
que antes tan grande era,
cando ti me mirabas.
Canto tempo hai que no nos miramos,
olladas limpas, reflexos das esperanzas.


XXV

Naquel ano os fentos chamaban a cortalos
e facer con eles leito...
Era por Santiago
na frondosa fraga de arrecendos frescos,
ela nos chamaba.
Candeas luminosas colgando das árbores,
ecos de paxaros, sons de silencio
en eco de frondosidade transformado.
Paixón de amor furtivo,
de amor roubado nos destetaba.
Xa che subía as faldras, xa a miña man
por entre as pernas esvaraba
buscando a fonte daquel pecado.
Suspiros de amor,
latexos de corazóns desbocados,
bicos e caricias,
todo era roubado.
Roubeiche o corazón nun momento dado,
nunca me perdoaches tan grande descaro
aínda que a min logo costoume ben caro.
Pero naquel intre
dáballe a alma ó diaño.
Que puido decir ela.
Suspiros de amor,
airexas de ferreiriño trastornado,
cores vivas nas follas dos castiñeiros
dourados, sol limpo de antergos soños
derriba colgado. El veunos dende enriba
a pesares de estar amantados,
pois a fraga retumbaba
cos nosos laios.








XXVI

Meu amor, meu solidario amor, aquel que esperta
na primavera envolto en pole, que crece coma
a hedra que estivo na invernía,
recollido no fondo da raíz.
Sal de novo con máis forza
e ó paso vai creando novas ramas,
que máis tarde parirán as novas flores,
flores que inundarán a natureza
de tódolos tons e cores.






XXVII

Amor de tenra mirada,
de silencios.
Amor, xoguete escondido,
dono dos meus segredos.



XXVIII

Amor, que nesta noite escintilea,
desesperadamente corro a ti,
fonte da miña enerxía.


XXIX

En soñar aprendín...
En espertar soñei...
En verte rir vivín...
¡ Na vida aprendíchesme a querer !


XXX

E
ensimesmándome en ti,
rompéronseme as palabras.
Tratando de te entender...
Xestos de rabia...



XXXI

A lúa entre lusco e fusco,
ollada grande a mirar,
mirar mirando ós amores,
amores que vai levar.

¡Ai! Que me leva leva,
que me leva toda,
que me leva amores
que me volven tola.

Hoxe a lúa está roxiza,
pós non queridos amores
anda buscando xustiza.
Haberá dolor máis grande,
nesta tan cortiña vida,
que querer con toda a alma
e non sentirse querida.

¡Ai! Que me leva leva,
que me vai levar,
que me leva amores
que me van matar.

Cando pensei que me amabas,
que sorrindo me querías,
querías que te quixeran,
non eras ti quen querías.
O luceiro da mañán
resplandeceo asustado,
da larga cola de amores
que leva a lúa o seu lado.

¡Ai! Que me leva leva,
¡Ai! Que me leva xá,
que me leva amores
que non han voltar.



XXXII

O vento vento mareiro
arrecendos trae do mar.
¡Os mariñeiros nos ollos
lúas, lúas grandes,
a esvarar polo mar!

A lúa está chea chea,
ollo tan grande a mirar,
ela óllanos a todos
e todos por ela a ollar.

Cando penso si me queres
esquézome de pensar
e todo na miña mente
é un constante matinar.

¿Ou serau de vrau?
a noite quente
te reclama
pa que alivies o sofoco
da ialma.

Ollos de doce mirar
baixan pola noite clara,
eu dende lonxe vos miro
buscando na miña amada.



XXXIII

Que alento vividor
trae a mañán,
querido Amigo,
que soplares de vento
a nai naturaleza desprendeo.
¡Que pena! Non estar contigo.



XXXIV

Saíu para ollar olladas
de encendidas lapas.

De torneados soles
alumando mundos
por entre cortinas de vento
feitas axouxeres.
Impondo melodías e querencias
de cerva namorada.
Saíu para ollar olladas
de sorrisos acendidos
alá lonxe, máis alá
dos outeiros e das fragas.
Sorrisos de pombas brancas,
de oureolos e cigarras.
Saíu para ollar olladas
de acendidas alboradas,
alá lonxe, nos curutos
feitos de pedra e de palla.



XXXV

Hoxe volvín saír buscando humanidade,
percorrín rúas e prazas
mirando fixamente ós ollos das persoas.
Voltei desconsolado,
pois vin ollos agachados nos silencios,
soidades esquecidas do seu ser,
tristuras mal disimuladas,
faces escondidas entre carantoñas prestadas,
andares disimulados,
falares extraviados e ecos,
ecos de laios sen forza
que resoaban entre as rúas e as prazas.
Marmurios que trae e leva o vento
esnaquizándose
contra os rostros dos paseantes escondidos,
disimulando no seu andar a ocupación.


XXXVI

Podería decir agora libertade
e acudiría ninfa chea de cadeas,
paxaro sen niño no mes de abril.
Podería invocar en pensamento
todas as miñas carencias
e acudirían rodeadas
de néboas mestas, de noites pechas,
de arrinconados desexos,
de lánguidos olvidos indo sen voltar.
Podería
chorar, berrar, gargallar... polo vivido.




XXXVII

E chegará unha hora, un instante tan só,
para encher os baleiros todos que hoxe asolagan
o noso tempo. Que pretenden facerse un todo
nas nosas vidas.


XXXVIII

Coñeceu tamén a cigarra,
deixouse embruxar polo seu canto.
Viña de vivir
coma coas formigas,
soas, sen o desencanto.



XXXIX

Doce e serena tarde, envolvente e sensata
embriaguez de nai. Sol inclinado do lento
atardecer de outono, como ollo esvarando
sobre a tona. Aloumiñante, solidario e tenro
como o máis profundo desexo non cumprido. Ai...
Que fai correr bágoas por entre carnes
atravesadas por infindas peregrinaxes de dor.
Por ela esvaran. Máis á mitade do camiño a bágoa
para, está detida nun sulco profundo, e espantada.
Quixera quedar alí eternamente
para mollar aquela agonizante sequía.
Máis esvara e cae, rompendo
a unidade que creara, e un fino vento espalla
por toda a faz o suave amor que denantes topara.
XL

¡As bágoas tragadas co embruxo aceptado
na cima das almas!
¡Histéricos imos ó fin da batalla
de aldeas sen luz...
de campos de lama!
A lúa de maio aluma as aldeas
coma nunca noutros anos.
O sol do sistema mandoulle os seus raios,
os campos de lama voltáronse prados,
as herbas crecían e a lúa aguantaba.
No fondo dos mares os peixes rosmaban,
no alto os paxaros cantaban.
No vento hai clamor, na choiva hai entrañas,
no medio do asfalto levántanse plantas,
do novo cemento saíron as caras,
dos guetos culturas, dos marxinados savia.
A envexa ignorada,
o poder desprezado e gañada a virtude,
solidaria a mirada.



XLI

Soidade de liñas non converxentes,
ecos expansivos
sen ter onde rebotar.

Adiante, sempre adiante
sen poder retornar.




XLII

Perdiches o empuxe que che deran os ventos
pero deron forza suficiente para saíres
dos rozamentos que te detiñan.
¡Xa voas empuxado por novas forzas
que terás que coñecer
para entender como entendes agora
a forza do vento! ¿A onde te levou?
¿qué forza te puxa agora
que tan nova é?

XLIII

¡Deixarme falar! Non apaguedes o timbre
tosco e rouco da miña voz. Non marxinedes
a miña palabra, temerosa e insegura
do instinto humano. Non. Non apaguedes as velas
que aluman a escuridade imposta
alí onde non a hai. Deixar que o lume
que aluma dende o fondo dos tempos
manteña a súa propia vida.
Porque vida lle dan as raíces que veñen
dende o fondo dos tempos, rodeadas
de cemento artificial. De sempre,
para non deixala expandir.
Tratan de manter as raíces nun deserto
rodeado de miseria e medo.
Con mentiras, si, con mentiras.
Din que a raíz libre, descontrolada,
inundaría o planeta volvéndose carnívora,
deborando primeiro o sustento e despois
a flor limpa da pureza que sobresae
nun xardín ben coidado.





XLIV

Berra forte, que voz tes.
Berra nos acantilados
ó mar deserto, ó sol
que escapa,
ó peixe que non asoma,
para as frondosas carballeiras,
para as mañans de paxaros cantar,
para o río que sempre corre
e sen embargo sempre está,
para o tren que agora pasa,
pra o que pronto volverá.
Bérralle incluso ós penedos
que mañá se espallarán!




XLV

Na miña vila non hai pobo,
sen embargo vense luces acendidas
a través dos ventanais.
Sombras de xente que se move
dun sitio para outro, como se houbera
vida. As chemineas botan fume
mesturado con muxicas
e, pasando a carón, teñen
calor. Dende lonxe vense.
Para min que son xente,
móvense dun lado para outro
e ás veces chégame un rumor
de que están falando.

XLVI

¡Miralos como pálidos van anunciando a súa morte
con esa súa llonga agonía! Babexan incongruencias
asistidos dos sacramentos, móvense cos ritmos
perdidos, os ollos estraviados sen ter onde
ir pousar. Soamente esperamos a os enterrar.
Que descansen a morte eterna,
eles non poden soñar.
Outros están nacendo cos ollos
grandes e abertos, serenosos no mirar,
arrecenden alba de maio, traen sorrisos
de entendemento, xogos de nenos dos beizos
tenros desparramados por eles van,
inda de a gatas, inda anicados, os fillos
da vida vida, herdeiros do pobo son,
estanse pondo de pé,
turra por eles o sol.

XLVII

Eternízanse a costa de matar xente,
mantéñense de sangue dos pobos
que saquean. Colócanse coas vísceras
e entrañas dos individuos ; rin coas
desgracias dos desposuídos, dos parias,
dos crédulos. Non respetan máis leis ca os
seus vicios. Son eternamente desagradables.


XLVIII

Morren os homes que falan co vento.
Eses hoxe tan estraños
xa tiveron o momento.
Falan co vento, falan co mar,
co sol, coas montañas,
cos outros elementos.
Víronse falar,
choran prás nubes,
rin cara ó mar
e disque se ven
cantarlle ó lugar.


XLIX

O neno está sentado nun murico de terra,
ten entre as mans un puñado de area
que lentamente deixa escorregar por entre os dedos.
O sol, ó lonxe ponse por tras do Carrio
e crava fixamente sobre el a súa ollada.
Polos camiños, polas congostras, polas estradas,
de Filgueiroa á Romea, dende Botos a Moneixas,
dende o Outeiro a Donfrean,
camiño das Sete Fontes os carros cargados van.
Dende Belelle a Palmaz,
atravesando Alfonselle
chegan ó alto Goiás
cruzando o Souto e Pareizo.
Alén da Volta dos Bidos
van os seus arrechouchíos.
Por Filgueira, Ribas Altas e as Queimadas,
ata chegar a Donsión,
por tódalas corredoiras
van esparexendo o son.
E na vila a xente cala
e os paxaros tremen todos
por un intre non din nada
(por todo fala o eixo co seu arrechouchío)
e teñen turbada a alma.
E o neno sente cóxegas nas entrañas.
Nas mans non lle queda nada.



L

Onde vai a miña terra,
a que trouxo a miña nai,
onde vai o meu idioma
o que me falou meu pai.
Teño así coma un traslume
de que aquí neste lugar
tiñamos nós vida propia,
costumes de herdo ancestral.

Falaban na mesma lingua,
sentían moi parecido,
o lugar era un corruncho
de concordia ben querido,
as veigas, as carballeiras,
os montes eran amigos,
os paxaros, compañeiros,
os lobos, os máis temidos.

LI

Chove no alto do outono,
venta con forza
o suroeste enrabechado.
Trae os sons e a danza antiga
e lixeiriñamente fala.
Trae verbas do antigo bardo
que as nosas árbores espidas
tanxen por entre as pólas
para chegar ós corazóns
dos homes.
Aproveita a noite,
cando todo cala,
e manseniñamente, ás veces con rabia
e violencia outras,
fala.
¿Qué dis vento do atlántico?
¿Qué rosmas?, ¿en qué lingua cantas?
Acaso son as árbores
que non saben tanxer a túa fala,
ou é que son eu
que me esquecín da miña patria.



LII

Aturuxa, vello gaiteiro,
mestura a muiñeira co alalá.
Dille que namoraches as mozas
coa gaita e o teu cantar.


LIII

Durme meo neno,
dúrmete axiña,
que as estrelas e a lúa
cantaranche cancionciña.
Durme, meu neno durme,
sobre o coliño da terra,
que os ventos e a choiva
arrolarante nela.
Durme meniño,
dúrmete xa,
que aí ven a mañanciña
a nos espertar.